miércoles, 18 de febrero de 2009

Ungüento


Por años usó inútilmente pomadas para calmar la rasquera que descarapelaba su cráneo. Hasta que un ciego vendedor de ungüentos llegó a su hogar y le dijo: Use esto y no sufra más doña Medusa, no es caspa lo que tiene, sólo que su cabello siempre cambia de piel. JLV

3 comentarios:

Anónimo dijo...

PAra todo hay una explicación racional. Incluso para... ¡la
caspa!

Saludos

JLV dijo...

D:
Hay hojuelas grisáceoblanquecinas, crujientes y animosas desvinculadas del pityrosporum ovale. A cabello serpentino, lavado matutino.
Saludos.

Angela dijo...

Medusa com caspa! Hilário!