domingo, 15 de febrero de 2009

Sarnasius, asesor de springbreakers


A sorbos la vida cata cataléptico
springbreaker de lúbrica armadura
ensueño perezoso entre dunas de duda
Sarnasius crepita castillos en la arena

Un chisguete amargo pasa cada vez que se caza
el dardo infalible acierta en su monotonía
y las olas del bar estatuas malqueridas
se caen de soles borrachas de inocencia

Aún es medio día y las estrellas roncan
a esta hora ni los remordimientos ladran
ni los úteros escupen ovarios a mansalva
se consuela Sarnasius rodeado de pezones

Más allá tubérculos ardientes
danzan pedagógicamente al ojo del hambriento
mientras más vello todo será más púbico
reflexiona un clítoris sapiente

El verano al destino olfatea las axilas
axial y evanescente como un galgo
se convence a su modo que la nada
es mostrenca saeta tras el blanco
o consonante herbívora en barbacoa vocal

Un sabor a centavo la herencia del instante
a lenguas se percibe que nada es como antes
al futuro le aprietan las patentes
el acné del presente decora cualquier piel
y el pasado se muerde entre las uñas

Antes de que gorilas transmutados
anabólicamente lo saquen a empellones
o lo miccionen a punta de ballestas
de la maruchanesca intifada que es la vida

Sarnasius recomienda a otro springbreaker:
“doblega las orejas al silencio
a las arenas rinde un miramiento
hay que darle sepultura al buen lodo
y a la hoguera los mares, por agüados". JLV

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo no haber leído nunca una descrioción tan cabal de un springbreaker. Muy bueno, muy real, con sabor a recuerdo vivido.

Saludos

JLV dijo...

Hola D:
Me alegra que te haya gustado.
Esos sprongbreakers son todo un cazo.
Saludos.