sábado, 22 de noviembre de 2008

Después de que el Gran Perro...


El gusano luminoso de mil pies se estremeció sobre la noche después de que el Gran Perro ladró tras de las nubes.
Murmullos de hombres y mujeres eran zumbidos de moscas sobre cuerpos hinchados.
La sombra de los viejos era una maldición que cubría el instante de la caza hecho de sangre en roca.
La flama y su sombra danzaban custodiadas por guardianes de piedra diminutos .
Y solo, renovado en la magia, un hombre frente al fuego tejía follajes de plumas y los hundía en la tierra.
Un llanto de recién nacido escapó por la boca de la caverna: una luciérnaga más de aquella noche. JLV

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buenas imágenes, casi que me sentí parte del relato.

Saludos

JLV dijo...

Hola D:
Gracias. Es alentador que las imágenes te pareciern buenas.

Saludos.