Por sus venas corre una sangre verbal y sustantiva. De los libros conoce más que de sí mismo. Por su mirada gatean palabras como ñiñas de pecho y en su eterna sonrisa las oraciones nacen dientes de leche. Se peina con estrofas la calvicie y limpia consonante sus orejas.
“Ahí va el hombre de letras”, canturrean a su paso sordomudos, lisiados, peteneros, libreros, lectores, hetairas y funámbulos. JLV
domingo, 19 de julio de 2009
De estimaciones
Lo subió
JLV
a las
11:50
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2 comentarios:
quisiera ser una hetaria, pero me quedo en fabulador.
¡Feliz regreso!
Saludos
Hola querido D:
Muchas gracias por estar, y por leer y por tu amistad.
Abrazo de oso.
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