miércoles, 20 de mayo de 2009

Papamóvil


Para Dragón de Azúcar

Su Santidad guiaba aquel vehículo como si fuera piloto de la Fórmula Uno. Intrépido cual arcángel vengador, cruzaba calles y avenidas pasándose por la sotana ordenanzas viales y luces de semáforos. Sabía que saldría sano y salvo porque conducía un auto de fe. JLV

3 comentarios:

JP dijo...

-- padre nuestro que estas en Indianapolis!!! jojojo! Muy bueno Master JL

Anónimo dijo...

¡Muchas garcias amigo JLV!
¡Usted tiene asegurado un puesto en mi equipo de F1

Saludos

JLV dijo...

Hola JP:
Dios está en la tierra, en el cielo y en todo Grand Prix.
Saludos y gracias.
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Hola D:
Al contrario, gracias a usted y sus textos inspiradores.
Saludos.