sábado, 28 de febrero de 2009

¡Tras!


El hombre se partió como una semita; luego, un crujido: ¡tras! No sólo fue él, hubo muchos más. Después, un ruido metálico creció como una gran ola; primero en el plató, después en todas partes.
—Es increíble, dijo el fino abrecartas. Un milagro.
—Simple divertimento, contestó la cuchara mentalista: apenas usamos el uno por ciento de nuestra psique. Quebrar humanos —como se ve— es la mar de sencillo. Paciencia: vendrán cosas de mayor trascendencia. JLV

5 comentarios:

Angela dijo...

Obrigada pela visita!
Apreciei muito o que li.Assim como os homens, deve ser o mundo dos objetos! Muito bom!

JP dijo...

-- maestro jl, a las cucharas soperas, a esas si les tengo miedo, su psique es de sopa de letras

MVZGonzalez dijo...

La irremediable y obtusa levedad del ser...
Nunca pense que mi fin fuera a manos de una cuchara mentalista. De lo que se viene uno a enterar con usted.
Gracias JVL

Anónimo dijo...

La trascendencia es lo importante, todo lo demás es relativo

Saludos

JLV dijo...

Hola Angela:
Sí. Tal vez estemos hechos a imagen y semejanza de los objetos. GRacias a ti por visitar este blogcito.
Nos leemos y saludos.

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Master JP:
Esas soperas son letales, no tienes idea.
Salutes y gracias.
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Hola MVZ:
Bueno, podría ocurrir.. uno nunca sabe si las cucharas nos vigilan.
Saludos y gracias mil por leer y comentar.
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Gran D:
Totalmente de acuerdo contigo, ni que agregar.
Un abrazo.