jueves, 18 de octubre de 2007

El sueño de John Merrick


Aquella noche John tuvo un sueño inquietante: vio que su reflejo salía del espejo y caminaba hacia el río. Con las aguas heladas lavó su rostro y, después de secarlo, surgió una cara amable, de humano, que sonreía como si la vida no le debiera nada...

John Merrick despertó y repasó con deleite cada instante del sueño. Trató de dormir nuevamente, pero ya no pudo. Sollozó varias veces durante la noche y observó el espejo cubierto que estaba frente a su cama.

Al otro día, y como todos los días, salió a la entrada de la barraca donde le exhibían como 'El Hombre Elefante' y comenzó a repartir un pequeño programa de mano en donde, a vuelapluma, se describía para alentar, aún más, el morbo de la gente:

"Mi cabeza mide ochenta y ocho centímetros de circunferencia y tengo una amplia masa carnosa en la parte de atrás, grande como un tazón. La otra parte parece, digamos, valles y montañas, todos amontonados,; mientras que mi cara tiene un aspecto que nadie quisiera describir. Mi mano derecha posee casi el tamaño y la forma de una pata de elefante. El otro brazo y mano no son mayores que los de un niño de diez años, y están algo deformados". JLV

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