jueves, 16 de agosto de 2007

La madriguera

Mis perseguidores dormían la siesta en una fotografía y yo corrí hacia la gran mano de sangre que flotaba sobre la vieja casa, sus uñas de fuego señalaban la entrada.
El ojo de la cerradura murmuraba con un lenguaje simple y entonces comprendí que detrás hallaría la madriguera oculta donde vida y muerte se besan fraternalmente.
La puerta se abrió, así que penetré para abrazar a mi sombra. JLV


No hay comentarios: