miércoles, 8 de agosto de 2007

Cuento para dormir


La madre se tiró en el suelo junto al niño y comenzó a leer:

Ayudar a una viejecita a cruzar la calle era algo que disfrutaba. Lo hacía constantemente. Aquella noche practicaba su buena acción, pero el auto fue más rápido, él apenas pudo salvar su vida, pero la anciana quedó muerta sobre el pavimento.

No podía quitarse esa imagen de la mente. Su corazón palpitaba con fuerza. Una extraña satisfacción germinaba dentro de él.

Desde entonces, el pequeño boy scout fingía ayudar a mujeres de edad a cruzar la calle y cuando nadie miraba, las empujaba para que los automóviles las arrollaran...

...Y colorín, colorado, esta historia ha terminado, dijo la contrahecha al hijo. Ahora sí, es hora de dormir. Duerme y descansa, mi pequeño Jack, ya no quiero que destripes más animales en el vecindario porque los vecinos pueden comenzar a decir cosas... JLV

No hay comentarios: