El ojo que atrapa en el lienzo al Comodoro Perry —su impresionante flota negra y marinos barbados (de nariz prominente y piel blanca)— es el mismo que miró fijamente a Marco Polo cuando este se inclinó ante el Fuji.
El Comodoro mira hacia el horizonte; ahora está algo desdibujado, pero da igual, debe ser el tiempo. Sin embargo, es el mismo Comodoro Perry con su flota y sus marinos de cabellos rojizos que algunos diminutos japoneses, armados sólo con papeles, pinceles y tintas, capturaron en el instante.
El perfil de Perry es inconfundible, y sus barcazas negras se mecen suavemente entre las aguas, como las plumas del águila que observa a Williams Adams mientras traza la silueta impecable del castillo de Hirado. JLV
jueves, 29 de octubre de 2009
De ojos
Lo subió
JLV
a las
13:58
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2 comentarios:
ESTIMADO AMIGO, ME GUSTA MUCHO TU BLOG. TE ESCRIBO PARA PEDIRTE TU AUTORIZACIÓN PARA AGREGARTE EN LA SECCIÓN DE OPINIÓN DE MI NUEVO PORTAL www.cronicaoaxaca.info (YA ME SEPARÉ DE OAXACA-DIGITAL)
OBVIAMENTE SERÍA CON TODO EL CRÉDITO DE ROJA NOTA. REALMENTE ESTAS ESCRIBIENDO MUY BIEN. SI ESTAS DE ACUERDO ESCRÍBEME A salflores65@gmail.com
UN SALUDO FRATERNAL
me encantó...
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