jueves, 29 de octubre de 2009

De ojos



El ojo que atrapa en el lienzo al Comodoro Perry —su impresionante flota negra y marinos barbados (de nariz prominente y piel blanca)— es el mismo que miró fijamente a Marco Polo cuando este se inclinó ante el Fuji.
El Comodoro mira hacia el horizonte; ahora está algo desdibujado, pero da igual, debe ser el tiempo. Sin embargo, es el mismo Comodoro Perry con su flota y sus marinos de cabellos rojizos que algunos diminutos japoneses, armados sólo con papeles, pinceles y tintas, capturaron en el instante.
El perfil de Perry es inconfundible, y sus barcazas negras se mecen suavemente entre las aguas, como las plumas del águila que observa a Williams Adams mientras traza la silueta impecable del castillo de Hirado. JLV

2 comentarios:

Salvador Flores Durán dijo...

ESTIMADO AMIGO, ME GUSTA MUCHO TU BLOG. TE ESCRIBO PARA PEDIRTE TU AUTORIZACIÓN PARA AGREGARTE EN LA SECCIÓN DE OPINIÓN DE MI NUEVO PORTAL www.cronicaoaxaca.info (YA ME SEPARÉ DE OAXACA-DIGITAL)
OBVIAMENTE SERÍA CON TODO EL CRÉDITO DE ROJA NOTA. REALMENTE ESTAS ESCRIBIENDO MUY BIEN. SI ESTAS DE ACUERDO ESCRÍBEME A salflores65@gmail.com
UN SALUDO FRATERNAL

Lourdes Araiza dijo...

me encantó...