Los ojos de las palomas son platos diminutos. Hay un terror de sueño que mira fijamente emplumado.
Esos círculos negros como lunas bruñidas.
Yo viví ahí adentro, fui la pupila fija y brillosa de un tiempo detenido.
Un gusano escurre por la cuenca vacía: ya no existe el platito. JLV
No hay comentarios:
Publicar un comentario