viernes, 28 de septiembre de 2007

La Adelitas


Gustaba de ir a "Las Adelitas" porque las hembras de ahí eran las mejores. Música tropical, bebida barata y ambiente tranquilo. Zumbaban los deseos en esa colmena de humo.
Estaba muy ebrio cuando atacó al "Perro". De pronto un ser celestial terció en la pelea. Se puso en medio de los dos, convenció al "Perro" de que no asesinara y le entregó un puñado de dólares. Luego se alejó con el ebrio rumbo a un hotel cercano.
Al otro día la resaca era terrible. Volteó, dormitaba junto a él una anciana decrépita. La empujó con violencia y a gritos exigió que se largara. La momia despertó y dijo:
—¿Ahora te doy asco? Hace unas horas yo era para ti el verbo hecho carne.
—No lo tomes a mal, respondió él. Lo mejor será que me vaya cuanto antes.
Arrojó la sábana al suelo, puso un montón de billetes sobre la almohada, extendió sus alas negruzcas y se fue volando por el espejo. JLV

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