Para Dragón de Azúcar
Su Santidad guiaba aquel vehículo como si fuera piloto de la Fórmula Uno. Intrépido cual arcángel vengador, cruzaba calles y avenidas pasándose por la sotana ordenanzas viales y luces de semáforos. Sabía que saldría sano y salvo porque conducía un auto de fe. JLV
miércoles, 20 de mayo de 2009
Papamóvil
Lo subió JLV a las 21:36
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3 comentarios:
-- padre nuestro que estas en Indianapolis!!! jojojo! Muy bueno Master JL
¡Muchas garcias amigo JLV!
¡Usted tiene asegurado un puesto en mi equipo de F1
Saludos
Hola JP:
Dios está en la tierra, en el cielo y en todo Grand Prix.
Saludos y gracias.
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Hola D:
Al contrario, gracias a usted y sus textos inspiradores.
Saludos.
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